viernes, 29 de abril de 2011

La coleccionista de palabras

Os propongo que hagamos como Luna y que coleccionemos todas las palabras que tengamos a nuestro alcance. Pero palabras bonitas, dulces, amables y bondadosas. Por ejemplo, hay palabras que te hacen sonreír, o cuando las dices, sientes algo, no sé, "cosquillas en el paladar", como dice Luna

Yo lo hice una vez; coleccioné palabras durante un tiempo y junté bastantes. Además, luego usé combinaciones y forme grupos más bonitos todavía: luna, nube, azúcar, algodón, caramelo, cielo, estrella, sueño, miel, felicidad...

Que quién es Luna? Ah! es verdad, se me olvidaba contaros. Luna es una niña extraordinaria que colecciona palabras bonitas y mágicas y que, cuando en el mundo no quedaron más, tomó la decisión de regalar a las personas su colección de palabras hasta que no le quedaron más a ella...y si queréis saber qué más ocurrió, tendréis que leer el libro donde Sonja nos cuenta y nos ilustra esta apasionante historia.


He tenido la gran suerte, ya lo dije una vez, de conocer a gente que me ha ayudado y me ha dado mucho a través del Facebook. Una de estas personas ha sido Ana, que me dio la oportunidad de traducir un cuento (que si no lo pilláis por el título del blog, es lo que me gustaría hacer el resto de mi vida) y este miércoles (día un tanto extraño para celebrar el día del libro este año) me presentó a Sonja Wimmer.

Sonja es una chica pequeñita, de larga melena rubia y cara pizpireta que encandila con su sonrisa y su suavidad al hablar. Realmente, cuando la conoces entiendes cómo ha podido crear la historia de Luna, porque es todo dulzura.

Y no sólo nos cuenta esta historia, sino que la ilustra con unas láminas preciosas. Pero como las imágenes más vale verlas, os voy a enredar con un enlace a su blog y así la conocéis un poco mejor, vale?

http://sonjawimmer.blogspot.com/


Sonja contando su cuento a los niños que acudieron a Biblioketa el 27 de abril, con la inestimable ayuda de Susana.
Y por si fueran pocos los regalos que me llevé el miércoles para casa, Sonja nos regaló más palabras preciosas a todos los que estábamos allí en unos sobrecitos que preparó especialmente.

La frase que contenía mi sobre decía: Te regalo una sonrisa para que puedas llevarla en el bolsillo o compartirla con quien más te apetezca.

Gracias Sonja. Gracias Ana. Gracias Cuento de Luz.

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